lunes, 11 de noviembre de 2013

COSTMBRES Y TRADICIONES

Muchas de las costumbres se remontan a nuestros antepasados indígenas, los purhépechas. Esta es la forma correcta de escribirlo y de referirse a los antiguos michoacanos; el término "tarasco" está mal empleado ya que cuando llegaron los conquistadores españoles, los purhépechas los llamaron "tarascos" a ellos (algo así como extraños) y los españoles lo adoptaron. 

De lo poco que se conserva en costumbres purhépechas es la vestimenta. Todavía en algunas comunidades se puede ver a las muchachas y señoras vistiendo su nahua negra con vistosos listones de colores, su faja gruesa tejida a mano, los tocados de estambre en el pelo, su blusa bordada a mano también y el rebozo  con rayas azules cubriendo su cabeza. En los varones lamentablemente ya no se usa la vestimenta indígena de calzón de manta, camisa de manta, faja roja tejida a mano, sombrero de paja y huaraches. 

En gastronomía también se tienen cosas únicas que no hay en otras partes del país. Como ejemplos típicos tenemos los uchepos, que son tamales elaborados con elote tierno, manteca y azúcar; las corundas, que son otro tipo de tamales de color amarillo elaborados con maíz y en hornos, donde la ceniza le da un sabor único; el churipo, caldo guisado de carne de res, cerdo y pollo. Ni hablar de las enchiladas placeras acompañadas de cecina, o los charalitos y el pescado blanco de pátzcuaro. Ah! Me olvidaba de las carnitas, las mejores de todo México. 

La celebración del día de muertos es única en Michoacán, pues es donde todavía se tiene toda una tradición, como peregrinar por todo el pueblo, llegar al cementerio, hacer las ofrendas a los difuntos y velar toda la noche. O bien la tradicional danza de los viejitos, cuyo origen se remonta a la burla que recibían los ancianos españoles que se mostraban débiles y torpes, a diferencia de los ancianos indígenas. 

Algo único de Michoacán son los cristos; en muchos templos de todo Michoacán se veneran imágenes de cristos que fueron elaboradas con cañas de maíz, lo que los hace muy moldeables y manejables y si se fabrica una escultura de tamaño natural, es muy ligera, y los que se veneran tienen impreso un realismo en las facciones y heridas que asombran al más pintado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario